Por su parte, el Pit Bull es de un comportamiento y una conducta intachables si se lo entrena adecuadamente. Es necesario aclarar que muchos de sus dueños son los responsables directos de los ataques de sus perros, porque les enseñan ello.
El Pit Bull es una raza guardiana, protectora, inteligente, apto para tareas de detección de drogas y hasta para la caza. Cada vez más personas deciden tener uno en sus casas.
La convivencia del Pit Bull con las personas del hogar es realmente muy buena, es muy cariñoso con los niños, con los adultos y con las personas mayores. A su vez, es reservado con los que no conoce y desconfiado de los que considera que presentan peligro a sus amos.
Es posible tenerlo tanto en un piso como en una casa, aunque se recomienda la segunda, porque es una raza de gran tamaño y necesita espacio para desplazarse. Además, requiere de ejercicios a diario, al menos una caminata.
En cuanto a los cuidados físicos, el Pit Bull tiene pelo muy corto, el que no es necesario cepillar. Si habrá que tener cuidado con el exceso de saliva que cae de su boca. Esto lo ha heredado de sus ancestros, los Bulldog.
Por lo demás, el Pit Bull es bastante tranquilo, juguetón cuando cachorro y activo en la adultez, noble, sensible, desea todo el tiempo agradar a sus dueños, es muy tolerante con los pequeños y los adoran.
Al momento del adiestramiento, saber que el Pit Bull necesita de tiempo para asimilar las órdenes. No hay que enfadarse con ellos, sólo tenerles paciencia e incentivarlos a que sigan aprendiendo.