El Shar Pei es un perro con un fuerte instinto guardián.
Tiene un carácter receloso con los desconocidos y está siempre alerta. Es una raza que se crió para intimidar, y con su comportamiento confiado e imponente, lo consigue perfectamente.
Lo más importante cuando adquirimos un Shar Pei es socializarlo intensivamente con la gente para disminuir en gran medida su natural desconfianza hacia los desconocidos. En cambio, es una raza que no suele mostrar un carácter agresivo hacia los otros perros.
El Shar Pei es un perro tranquilo y calmado, que suele mostrar un buen comportamiento en el interior de la casa. No obstante, hay que ser muy firme con este perro porque tiende a mostrar un carácter dominante por poco que se lo permitamos. No hay que dejar nunca que crea que están al mando. Si desarrolla un comportamiento dominante, aparecerán problemas de agresividad muy difíciles de manejar. Hay que ser muy constante en este tema e insistir en que reconozca su sitio dentro de la familia. Esto es especialmente importante con los niños, ya que hay que establecer bien su posición dominante sobre nuestro perro.
Es un perro trabajador, necesita ejercicio continuo pero no intenso. Hay que sacarlo regularmente de paseo para mantenerlo en forma. No hay que olvidar que es mejor adiestrar para que ande sin tirar de la correa cuando aún es cachorro y no tenga demasiada fuerza.
Al adiestrar a un Shar Pei hay que ser muy pacientes y firmes. Es un perro que responde bien al refuerzo positivo pero es muy tozudo. No obstante, es una raza inteligente que puede aprender un montón de trucos sin demasiada dificultad.
Es importante no intentar corregirlo nunca con violencia, ya que se volverá contra nosotros con agresividad. Cuando queramos corregir un mal comportamiento, con un “no” firme bastará para que comprenda que ha hecho algo mal.